Santa Hildegarda nos habla de las personas que no conocen la alegría del cielo que caen en el pesimismo y lo ven todo de color negro.
La curación, según Santa Hildegarda, de esta situación solo puede venir del cielo, recuperando la alegría beatífica, ayudados por los remedios que esta Doctora de la Iglesia nos recomienda fruto de sus visiones y de esta forma se puede neutralizar el origen del mal y permitir que prevalezca la alegría de vivir.